Hay un momento de ruptura en toda la génesis de los libros de Marguerite Duras, en el relato, en la historia, se ha desatado la tormenta, a raíz de esos límites llegará su escritura. Desde una intensa serenidad y lucidez habla de la soledad, la desesperación, de las pasiones y los deseos. Entonces aparecen sus obsesiones como una música extraña. Frente al silencio, frente al fin del relato, comienza el desarrollo de sus textos, intima y extrema, muy lejos de todo.
2 comentarios:
Sus obras son de obsesiones radicales, desperto siempre muchas antipatías. Me quedo mejor con la autora de historias mas abiertas
Su discurso de la obsesión le trajo muchas antipatías, también Duras ha tenido muchos imitadores que han derivado hacia cierto psicodrama insoportable.
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