viernes, 22 de mayo de 2009

LA SUBVERSION FUERA DE SOSPECHA


EDMOND JABES
El pequeño libro de la subversión
fuera de sospecha.
Editorial Trotta. 2008



LA MUERTE FACIL

En su breve introducción a este libro, Sarah Martín, escribe que la poética jabesinana se incorpora a una línea fundamental de la poesía occidental de la segunda mitad del siglo XX que cuestiona abiertamente la hegemonía del saber y la capacidad del lenguaje en su relación con lo real. Nada mas acertado y conveniente, las poéticas de apariencias razonables y juguetonas son reaccionarias por naturaleza, porque exponen la muerte fácil de una escritura de reserva que espera siempre la revelación de algo esencial. Hoy nos enfrentamos en muchas obras al simulacro fácil de la subjetividad, tan burdo en su afán de normalización de la poesía. Interrogarnos sobre esta obra es interrogarnos sobre una revuelta, sobre una subversión, la de esa muerte fácil del discurro convencional de la palabra poética expuesta al mundo, basta la distancia que esta experiencia expone frente a la historia literaria o cierta tradición para alejar y olvidar esas poéticas satisfechas, de falta de ambición estética.. Esa lengua bruta y lengua esencial que para Blanchot era el bilingüismo.


El SIGNO DEVASTADO

En la obra de Jabés el signo aparece siempre en devastación, en una palabra desierta, no hay enunciados neutros, sino un búsqueda de una presencia separada fuera de nuestro alcance, con una verdad intensa de espera vacía. Para esa experiencia ardua y de quebranto, junto con su tradición judía, Jabés se asienta con su discurso en el núcleo de la ruptura de su tradición religiosa y el de la modernidad literaria. “Yo no puedo cerrar en mi discurso el mundo, no me sirve la lengua bruta y banalizada, la lengua institucionalizada que oscurece la noche”. Severa vocación de fidelidad a la escritura de la vida con los signos devastados, aquellos de los que ha huido el habla, crisis siempre edificante, extrema conciencia del lenguaje. En ese signo devastado, como en toda su obra, se sitúa este pequeño libro donde “Es preciso haber vagado mucho, haberse adentrado en muchos caminos para, al fin, darse cuenta que en ningún momento hemos abandonado el nuestro”.

4 comentarios:

Juanmiguel dijo...

Un saludo desde Granada; Me alivia saber que alguien como tú de al mundo todo lo que tiene (con este magnifico blog como uno de los vehiculos posibles) y no se lo quede sólo para él. Enhorabuena. UN abrazo de JuAnMi y Andrea.

José Luis Garrido Peña dijo...

Seguro que tú también darás al mundo el enorme talento y generosidad que llevas dentro y en el que yo siempre he confiado y sentido, y espero que lo hagas durante muchos años junto a Andrea.

Un beso muy fuerte para los dos

José Antonio Pamies dijo...

Un autor singular y un gusto de lectura este libro. Lo compré hace un tiempo, es genial leerlo por las noches. Aforismos encerrados en el vacío de la nada, perdiéndose entre la arena y el olvido de un mortal errante. Saludos.

José Luis Garrido Peña dijo...

Gracias, pamies, por tu visita, y bienvenido a este espacio.

Un saludo cordial