Cuando Otto Preminger visitó Sevilla con motivo de su primer Festival de cine, manifestó el gran estancamiento que había encontrado en los guionistas y relatos de la industria, basados en la Biblia y Shakespeare, y aun reconociendo el gran valor de éstas obras, les faltaba la relación con otros grandes clásicos europeos y americanos, inclusive, bajo la influencia de Harte, él mismo y otros directores provenientes de Europa, como Friz lang, tenían que corregir el excesivo desarrollo monótono y plano en la construcción de los diálogos de muchos películas, la falta de una arquitectura narrativa que ramificara las obras, alejándolas del argumento único. Una anécdota que reveló y se recoge en algunos textos posteriores, es el asesoramiento que en los primeros westerm tenían, tanto directores de fotografía como guionistas, de primera mano por los supervivientes de aquella época, fue el caso del suceso del Ok corral y de los hermanos Clanton, de John Ford en Pasión de los fuertes, que contó con la ayuda del protagonista que aun vivía, el famoso Cheriff Wyatt Earp, éste les explicó la forma de manejar las armas de fuego. Estos primeros novelistas del género , grandes artesanos todos, siguen estando todavía sin la adecuada valoración, bien merecerían mayor estudio.Hace unos años escribí unas breves palabras para un catálogo de unos cursos sobre la mitología delíctiva andaluza y su influencia en América, siendo la tradición andaluza más oral.
Cadavéres expuestos del Pernales y el Niño del Arahal. 1907
DOS BALAZOS PARA EL PERNALES
En una calurosa tarde de agosto de 1907, en un pueblo de Albacete, hay dos revólveres Smith & Wesson sobre la mesa de la casa de Juan Rodríguez, eran las armas que portaban los cadáveres pertenecientes a Francisco Ruiz Alonso (El pernales) y Antonio Jiménez Rodríguez (El niño del Arahal), estos dos sevillanos, considerados los últimos bandoleros andaluces, fueron abatidos por la Guardia Civil y expuestos al público. El Pernales tiene dos disparos en la ingle, el niño del Arahal uno en la cabeza. La historia del bandolerismo andaluz ha sido fuente inagotable de manipulación, de hecho, el último bandolero fue detenido en el barrio de la Macarena a principios de los años sesenta, la mitología delictiva andaluza, como tantas cosas, cruzo el charco y apareció por el Fart West;( A.Mann, H. Hattawey).Muchos años mas tarde, Sergio Leone y Clint Easwood (tengo que volver por Andalucía, mi deuda es grande, declaró no hace mucho) en sus largas charlas por el desierto de Tabernas recogerían también los ricos relatos orales del bandolerismo andaluz.
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