El signo muerto del arte lo firma el artista, recordaba. Quien sigue con las huellas y los naufragios de la memoria está trazando sobre la cal, con arena y viento. Lo ves sentado sobre el malecón en otra tarde de verano, mira ahora las luces del poniente, la tiniebla calurosa en la casa del horizonte, los cuerpos oscuros y húmedos que traen la quemada luz, una deriva para el corazón de la noche. Lugares y fantasmas, una nada de sueños extendida sobre la nada, que otros vivieron y escribió Broch.
LA LUZ EXHUMADA
De pronto, en la calurosa tarde,
la olvidada y extraña intensidad
vuelve por una calle solitaria
a la bodega perdida y sombrosa.
Entrabas en tu cuerpo y en el mundo
con la honda luz de la noche del mar,
ella en los lentos sueños del verano.
Su voz de lucidez o de locura
te borran con esta memoria errante,
con esta nada después del naufragio.
Julio, 1999
2 comentarios:
Me conmueve sa nada después del naufragio...y esa honda luz de la noche en el mar, y los lentos sueños de verano.
Que el arte nos acompañe.Un abrazo enorme, desde el mar.
Gracias, querida Marisa, espero que estés pasando unas buenas y merecidas vacaciones, disfrutando de la familia, los paisajes, los libros.
Un beso.
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